Feliz lunes con AROMA A PARCHITA.
Un refugio que más que recetas, es una experiencia para despertar el gusto y el olfato.
Este lunes viene cargado de:
1 Historia: Mi nueva obsesión.
1 Recomendación de la abuela: Adiós a las ensaladas aguadas.
1 Receta fácil, sin complicaciones y sabrosa (la ÑAPA, que si no sabes que es, es el extra, el valor agregado que te voy a regalar)
1 Historia
Hoy amo esto y mañana amo otra cosa, pero siempre intensa y con pasión.
Tengo amigas que se ríen y se anticipan a decir: ya Andrea va a decir que lo ama demasiado.
Y es así… (aquí esto es sin filtros ni vergüenza)
Soy intensa, apasionada y cuando algo que me gusta en exceso: una canción nueva (la escucho en bucle hasta aburrirme), una serie (me la veo en 1 día y hablo de ello por 1 semana) o un nuevo sabor, se convierte en mi mantra de la semana, del mes, de una temporada.
Como dice un meme que prevalece en la historia de mi país: El que se quedo pegao se quedo pegao…(así vivo un poco yo, en el buen sentido)
Hace tiempo tenía obsesión con la comida asiática, iba 2-3 veces a la semana a un lugar super cutre (que ahora se ha transformado) pero con una comida china muy sabrosa, además de accesible a todos los presupuestos, empecé por un plato de fideos con carne picada y cebolleta, que rebozaba en aceite y al primer tenedor siempre me quemaba la lengua, al que bauticé como “la Boloñesa asiática”, luego me dejé llevar por su especialidad, que además es un festín de proteínas (algunas de dudosa procedencia o aspecto confuso) vegetales frescos, verduras crudas y alguno que otro brote que llevas a un bol a tu discreción y luego en caja tomas la opción de salteado o sopa, con tres niveles de intensidad de picante, donde suelo escoger el uno, porque me gusta el picante, pero lo de ellos es un atentado a mi nivel te tolerancia.
Y aunque sigo yendo a mi chino de confianza, en diciembre conocí un restaurante especializado en comida del medio oriente, que además de convertirse en mi nueva obsesión (y ya han pasado par de meses desde entonces) me conectó con sabores que tenía guardados en mi memoria y que no sabía que “extrañaba” de alguna manera, salsas caseras con sabor a horas de cocción y receta de casa, nuevos sabores con texturas conocidas y olores a especias que predominaban en una ciudad que claramente AMÉ cuando viví allí por 6 meses: Berlín (pero de esta época hablaré en otra historia)
Pero como tenía que sacarme la espina y replicar algunos de esos sabores que tanto disfruté, conseguí una zona en Madrid con una variedad de supermercados donde logré conseguir todos los ingredientes que buscaba y mucho más.
Si la curiosidad te atrapó aquí te comparto el restaurante y los mercadillos que visité y lee hasta el final, porque la receta tiene notas del medio oriente.
1 Recomendación de la abuela: No más ensaladas y salsas llenas de agua.
Esto te va a ser muy útil para que tus ensaladas, salsas y cremas te duren más tiempo y especialmente para la receta de hoy.
Quítale las semillas y parte del interior al tomate, esto hará que los jugos del tomate no hagan que tus ensaladas se arruinen en minutos o que tu salsa no tome el espesor necesario para pinte tu pasta.
Y ahora sí: LA ÑAPA.
Shawarma a mi manera.
Ingredientes:
2 Pechugas de pollo.
150 gr de Yogurt griego.
2 tomates
1 pepino
1/2 cebolla roja
1 cda de tahini
2 cads de aceite de oliva
1 limón
1 ramillete de menta
1 ramillete de cilantro
Pan pita.
Especias:
1 cdta de comino.
1 cdta de cúrcuma.
1 cdta de pimiento dulce.
1 cdta de sal.
1 cdta de canela.
1 cdta de pimienta recién molida (preferiblemente)
Preparación:
1. Marinar el pollo: corta las pechugas en cubo, coloca en un bol y agrega el yogurt, las especies, 1/2 zumo de limón y cucharada de aceite de oliva, lleva a la nevera mientras preparas la salda y la ensalada.
2. Para la ensalada: corta los tomates en láminas finas o en cubos pequeños (usa la recomendación de la abuela), corta el pepino en láminas delgadas o en cubos pequeños, corta en trozos muy pequeños unas hojas de menta y de cilantro, lleva a un bowl y resérvalo.
3. Para la salsa: agregar el tahini, el aceite de oliva, 1/2 limón y la rayadura, sal, pimienta, mezcla e incorpora a la ensalada, reserva un poco para armar el shawarma.
4. Cocinar el pollo en una sartén con un buen chorrazo de aceite hasta que esté dorado por fuera y jugoso por dentro.
5. Arma tu shawarma: coloca el pan, un poco de salsa, el pollo, ensalada, más salsa y a disfrutar.
¡Gracias por ser parte de esta fiesta tropical! Si conoces a alguien que le falte sabor y color a su vida, compártele la receta.
Feliz lunes con color y sabor
Andrea
Me copio la receta! Súper resuelve!
Excelente viaje al Oriente, lo necesito en mi vida con tu compañía