Si conoces la parchita, sigue leyendo más abajo.
Si NO conoces la parchita, quédate un segundo para contarte, bueno, mejor dicho simplemente para decirte que la parchita, es la misma maracuyá sólo que así es su nombre artístico en Venezuela y digo nombre artístico porque en toda latinoamérica somos los únicos que la llamamos así.
La historia de “Dí parchita” me la contó una de mis tías y me la cuenta siempre que nos vemos y se la comparte a todo el que conoce. Como yo era muy pequeña no tengo pruebas pero tampoco dudas de esta historia.
Fui una niña muy consentida, por ser, primera nieta, primera sobrina y la primera hija de mis papas. Esto es crucial para la historia que te voy a contar.
Aquí te comparto esta imagen para que le pongas “cachetes” a la historia.
Como buena hija única (sólo para ese momento porque luego llegó un gentío AKA herman@s), siempre me las ingeniaba para divertirme cuando jugaba, así que un buen día, pensé: hoy le voy a enseñar a mi muñeca a decir el nombre de mi fruta favorita y me dispuse con la poca paciencia que me caracteriza (hoy he mejorado lo prometo) a pedirle que dijera: PAR CHI TA, yo una niña de 4 años con unos cachetes más grandes que toda yo, gritando a todo gañote: DÍ PARCHITA y acto seguido me guindé a llorar ante lo que fui mi primer fracaso intentado enseñar algo.
y aparentemente de eso no tengo ningún trauma (tengo muchos traumas pero por otras cosas) porque la parchita sigue siendo de mis frutas favoritas en todas sus versiones: jugo/zumo, mousse de parchita, salsa de parchita…
Por eso en estos días que le estaba dando vueltas al nombre de mi Substack, me vino la palabra: PARCHITA.
Así que con un poco de ayuda de ChatGpt y Gemini empecé a buscar ideas de nombres y aunque quiero seguir dandole vueltas, hoy decidí empezar la primera cosecha.
Hoy nace: AROMA A PARCHITA, un rincón de experiencias para despertar el gusto y el olfato.
Si quieres ser parte de esta fiesta tropical, únete aquí
¡Gracias por ser parte de esta fiesta tropical! Si conoces a alguien que le falte sabor y color a su vida, compártele la receta