Feliz lunes con AROMA A PARCHITA.
Un refugio que más que recetas, es una experiencia para despertar el gusto y el olfato.
Este lunes viene cargado con:
1 Historia: Mi tragicomedia fitness.
1 Recomendación de la abuela: Todo es reutilizable.
1 Receta fácil, sin complicaciones y sabrosa (la ÑAPA, que si no sabes que es, es el extra, el valor agregado que te voy a regalar)
1 Historia: Mi tragicomedia fitness.
Jamás he sido muy afecta al ejercicio o deporte, recuerdo incluso que de pequeña, entre las ocurrencias que tenían mis padres para que hiciera mas deporte, fue inscribirme en clases de natación, lo que para mi, era una tortura, porque además eran clases en verano, es decir, en VACACIONES (donde yo solo quería comer chucherías y ver TV), en un lugar techado, cerrado con olor a cloro, nada atractivo. Hoy lo veo desde otra perspectiva y lo agradezco porque aprendí a nadar, de las reglas de supervivencia básicas, después de manejar que me parece muy importante aprender.
Con el tiempo, me inscribieron en tenis, parece que era buena porque hasta el profesor pidió que hiciera clases particulares extras, la verdad es que en cierto modo, me gustaba, me divertía, pero jamas fui a un torneo y una vez que empecé la universidad lo abandoné por completo.
Luego hice clases de TRX y spinning en el gimnasio, porque tenía un trabajo muy privilegiado que lo pagaba por mi.
Me despertaba a las 5.00 am en ese entonces vivía en Caracas y mientras yo llegaba a esa hora para “entrenar” los contrastes de la vida se me estampaban a la cara viendo a la gente salir de la rumba hasta las metras de alcohol A.KA: muy borrachos.
Hasta que conocí el yoga, un espacio en el que es mas que “ejercicio” es fluir, es movimiento, es olor a incienso, es conseguir la comodidad en la incomodidad, cantar mantras que se convierten en mi lista de reproducción que escucho durante el momento que sí debería ser considerado deporte: La limpieza de mi casa, por los millones de pasos y sudor que acumulo cuando lo hago y no, no vivo en un palacio, vivo en un piso modesto, muy antiguo pero que me encanta que brille como porcelana y huela a limpio.
La verdad es que hacer deporte o algún ejercicio no es lo mio, pero también sé lo bien que me siento cuando lo hago, duermo mejor, mi día empieza con más energía, por eso me pregunto: ¿si sé que me hace bien por qué no lo hago más seguido? esa es mi tragicomedia fitness que vivo a diario.
1 Recomendación de la abuela: Todo es reutilizable.
La piel de la zanahoria, de las patatas, los troncos del brócoli y todo eso que “retiras” de los vegetales y verduras cuando las vas a preparar, son reutilizables.
Guárdalo en un bolsa que puedas congelar y consérvalo para cuando quieras hacer un fondo/ caldo de verduras, ya tendrás una base para empezar que le dará mucho sabor para cualquier preparación.
NOTA: la piel de las patatas las puedes colocar sobre una bandeja de horno, espolvorear sal y bañar con aceite y tendrás un snack reutilizable muy suculento.
1 Receta: La ÑAPA.
Hablando de cosas que nos hacen sentir bien, aquí te dejo, esta opción de merienda que me encanta, es muy fácil de hacer y además el pomelo está de temporada.
Ingredientes:
1 taza de avena
1/2 taza de chia
1/2 manzana rallada
1/4 taza de almendras
1/2 cda de arándanos
1 cdita de canela
1 1/2 taza de leche de almendras
Jugo de medio pomelo.
Preparación:
1. En un bowl colocar: la manzana rayada con la avena y la chia, agregar la leche y mezclar.
2. Agrega el resto de los ingredientes y mezcla bien hasta que todos queden bien humedecidos por la leche y el jugo del pomelo.
3. Llévalo a la nevera de un día al otro (queda mucho mejor, porque se humedece por completo y absorbe todos los sabores), disfrútalo con un toque de piel y unas rodajas de pomelo.
¡Gracias por ser parte de esta fiesta tropical! Si conoces a alguien que le falte sabor y color a su vida, compártele la receta.